ANA ROMO, 22 años, Chascomús (ARGENTINA)

Ser un buen hijo, un estudiante responsable, un ciudadano comprometido con la política; pasar un rato con amigos, dedicarle tiempo al hermano que lo necesita, retirarse a orar, y tener a su vez un tiempo de ocio, suelen parecer cosas contradictorias para una misma persona en un sólo día.
Sin embargo Pier Giorgio siempre se hacía tiempo para todo. Y para él también los días eran de 24 horas, las horas de 60 minutos y los minutos de 60 segundos. Es un aspecto de su vida que no deja de asombrarme.
Por ello es que cada vez que estoy ante una situación similar, en la que no sé si ir a visitar a mi familia, sentarme a estudiar, salir con mis amigos, rezar, etc, recuerdo a Pier Giorgio. Y es en esas situaciones, donde me encomiendo a él y le pido que interceda para que el Señor me otorgue la capacidad de distribuir mi tiempo y desarrollar mis actividades con responsabilidad.