Mariano Verna, 24 años, Maipú (ARGENTINA)

A lo largo de mi vida, conocí diferentes santos pero ninguno me atrajo como él; a todos los veía como personas que vivieron hace mucho tiempo, con un modelo de vida inigualable, mientras que con Pier Giorgio por lo que fue “Un joven Laico” con mi misma edad, entendí que la santidad es posible y que todos estamos llamados a la santidad.
A él le bastaron 24 años, los que vivió con intensidad y con total espontaneidad, dedicado al servicio del prójimo y descubriendo en cada situación a Cristo (naturaleza, deporte, estudio, servicio) y sabiendo que la plenitud de su felicidad llegaría con su muerte, de hecho lo dejó expresado en unas de sus cartas a sus amigos: “.....Creo que el día de mi muerte, será el más hermoso de mi vida....”

En lo personal, con mis 24 años no me atrevo a decir que el día de mi muerte será el más feliz de mi vida, sinceramente le temo, pero también intento y aspiro vivir mi Fe con la misma alegría que él vivió, por eso ha pasado a estar presente en mis oraciones cotidianas, para que el Señor por su intercesión, acreciente mi Fe para vivir mi vida al servicio de los demás que es lo que humildemente trato de hacer a través de Kerygma: mostrar a Jesús a los jóvenes.