María Jesús, 20 años, Chascomús, (ARGENTINA)

 Hoy, después de haber rezado muchas veces la oración de  Pier Giorgio, me sentí profundamente atraída por  la coherencia de su vida o como bien dice la oración: “Oh Padre, Tu que haz dado al joven Pier Giorgio Frassati, la dicha de encontrar a Cristo y de vivir con coherencia su fe, al servicio de los pobres y enfermos (…)”.
Quedó resonando en mí este tema, ¿tal vez porque vivimos en un mundo incoherente?..... Si, así es. La incoherencia reinante  en todos o casi todos los ámbitos provoca un rechazo constante en la sociedad que tiende a dejar de creer en las instituciones.
Todos estamos cansados de que nos digan una cosa y hagan otra. Necesitamos testimonios, ejemplos a quien seguir, en quien creer y depositar nuestra confianza.
Pier Giorgio fue un laico que supo dejarse transformar por Jesucristo. Vivió su ser cristiano de una manera totalmente comprometida, dándonos a conocer la belleza del Señor en su obrar.
Cualquiera que lea su bibliografía o sus cartas puede percibir la plenitud de su vida, descubrir lo feliz que fue dando todo de si al servicio de los demás. Él supo imitar la coherencia de aquel que me atrevería a llamar “el gran coherente”, Jesús de Nazaret, quien vivió lo que predicó, enseñándonos con su vida el camino a seguir.
Personalmente el testimonio de Pier Giorgio me alienta, me muestra que es posible vivir nuestra fe y sobre todas las cosas, que vale la pena jugarse por Él.
Para finalizar considero a este beato un gran ejemplo a seguir, un guía en este fascinante camino de las bienaventuranzas evangélicas. Pido  por su intercesión que Dios nos ayude a ser cristianos coherentes, contribuyendo desde nuestro pequeño lugar, a lograr un “mundo mejor” como tantas veces anheló Pier Giorgio.

Etchegoyen María Jesús.
Chascomús, Pcia de Buenos Aires, Argentina.