Karl Rahner:
"Estoy convencido que pocos, provenientes de un ambiente liberal de la alta burguesía, llegaron a ser como Pier Giorgio Frassati, sin que sea posible atribuir este hecho sólo al mecanismo psicológico de la rebelión de los hijos contra los padres. Aquí está la singularidad: que en él falta ese espíritu de rebelión. Frassati es un cristiano, lo es simplemente; y su actitud contestataria consiste sólo en serlo de una manera absolutamente espontánea, como si eso fuese una cosa espontánea para todos.
Él toma la fuerza y el coraje de ser como es, no de la oposición a la generación de sus padres, no de un diagnóstico o de un pronóstico de la cultura de entonces o de cosas similares, sino de la misma realidad cristiana: que Dios existe, que aquello que nos sostiene es la oración, que el sacramento nutre lo eterno en el hombre, que todos los hombres somos hermanos".

"En aquel tiempo todos nosotros teníamos interés por los problemas sociales: era cosa natural. Pero este compromiso social, el amor hacia los pobres, la responsabilidad frente a la miseria de los otros, eran (¿o se hicieron?) en Pier Giorgio de una profundidad y de un espíritu de sacrificio tan radical, que hacen de él un caso excepcional entre los jóvenes de entonces."