Plegaria de un deportista.

Escalador de montañas y esquiador, jinete y nadador, ciclista y caminante, tú amas los desafíos de los deportes, Beato Pier Giorgio.

Enséñame a poner todas mis capacidades atléticas en su adecuada perspectiva: tomarme el tiempo “para contemplar la grandiosidad del Creador en el aire puro” mientras juego, siempre recordando que los deportistas “tienen la obligación de poner su salud al servicio de aquellos que no la tienen, porque actuar de otro modo sería traicionar un don de Dios”. Amén.